De Rosso a Saint Louis
La frontera de Mauritania a Senegal a través de Rosso, no fue tan difícil como decían algunos ni tan rápida como decían otros, al menos intentando no pagar una propina a cada paso que avanzábamos.
Tras atravesar el río que hace de frontera natural entre Rosso-Mauritania y Rosso-Senegal, y una vez ya pisando Senegal, la llegada fue cuanto menos agobiante.
Medio día. Calor infernal. Sin haber asimilado todavía el precio del franco y con unas cuantas Ouguiyas mauritanas en el bolsillo, subimos a un taxi dirección Saint Louis, sin pelear demasiado y sin saber si deberíamos haberlo hecho por el precio acordado.
Ante el acoso y derribo de los autóctonos priorizamos “salir rápido de ahí” a “conseguir el mejor precio”!
– De Mauritania a Senegal: Soltamos una mano para agarrar otra –
Por suerte, a la llegada a Saint Louis, teníamos el contacto de Mussa, amigo de nuestro nuevo amigo mauritano Khali. Con el y su familia pudimos conocer la verdadera teranga senegalesa.
Nos acogieron en su casa sin conocernos ni esperar nada a cambio, nos acompañaron a pasear por la ciudad y probamos por primera vez algunas de las exquisiteces y platos típicos del país, el famoso Chakri, y una extraña fruta llamada Liana.
Pero además tuvimos la gran suerte de comenzar nuestras andanzas por Senegal de la manera más cálida posible.
Compartimos casa con Mussa y su guapa esposa Fatu, los hijos de ambos y la familia del hermano de Mussa, que vivían todos juntos en una bonita casa con patio, en la cual criaban pájaros de diferentes especies y conejos y corderos gigantes:
En el hogar se respiraba un ambiente tranquilo y comunitario en el que hombres y mujeres convivían pareciendo tener la misma voz.
Eternamente agradecidos por la acogida, espero cumplir la promesa de volver algún día.
– Saint Louis: primera colonia francesa africana –
De buen humor todo se aprecia de otra forma, por lo que la primera impresión de Saint Louis fue más que positiva. Cada persona que parábamos a preguntar en la calle nos dedicaba amablemente unos segundos, y en cada taxi que montábamos terminábamos de charla con el conductor, haciéndole responder mil preguntas.
La gente en Saint Louis es abierta y parece amigable, no es de extrañar conociendo su historia:
La ciudad se fundo en 1659, por Louis Caullier, siendo la primera capital francesa en África, y principal centro de comercio de mercancías y esclavos.
Hacia 1790, destacaba por su ambiente multicultural. De ahí que haya un notable porcentaje de gente mestiza y que abunden las signiares (mujeres mestizas que se casaban con comerciantes europeos que pasaban temporadas en la ciudad) todavía muy presentes en algunas celebraciones históricas del lugar.
Pero además, esta cultura cosmopolita se aprecia paseando por la ciudad (“la ville”) y observando sus edificios coloniales, de arquitectura portuguesa y francesa. Las fachadas del cal, los arcos, los balcones de madera o las barandas de hierro forjado, dan fe de ello.
Hoy día abundan los antiguos patios sombreados en el interior de los edificios, reformados y dedicados a negocios como bares y restaurantes donde saborear un delicioso zumo de baobab o ibisco, mientras se escucha música -especialmente reagge- en directo.
Fue el lugar ideal para montar mi “oficina nómada” durante algunas horas y trabajar al ritmo de reagge saboreando un vas de granadina.
El centro del casco urbano ha sido declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
– La lengua de la Barbarie y Guet N’Dar –
Bajo este nombre tan poco comercial, cobra vida (en mi opinión) uno de los barrios mas auténticos, musicales y coloridos de la ciudad.
Aunque el original Saint Louis lo constituía únicamente la Isla de N’Dar, tras la gran expansión económica se extendió más allá de la isla, y en esta lengua de tierra que la separa del mar vivían la mayoría de los senegaleses.
Caminando por uno de los extremos de la Lengua de Barbarie hacia el centro histórico descubrimos extensas y solitarias playas -imagino que solitarias en esta época, ya que tienen pinta de ser un lugar muy concurrido por el turismo, dado el número de chiringuitos y km de playa limpia que hay-
Conforme nos adentrábamos a la zona de viviendas íbamos encontrando mas gente en la playa. Hasta que los jóvenes que hacen deporte, los pequeños que juegan con la arena, los partidos de fútbol, los pescadores, las mujeres que ahúman y secan el pescado, animales y basura, comparten un mismo escenario a orillas de mar.
En el extremo del barrio de Guet N’Dar, todo gira en torno a la actividad pesquera, y es que desde este punto parten algunas de las mejores piezas de pescado hacia el interior del país.
Ya en pleno barrio de Guet N’Dar, e hipnotizados por la música, llegamos hasta una animada celebración en el patio de un colegio.
Aunque las 2 blancas y el “negro que no habla wolof” fuimos el centro de atención de los más pequeños durante unos minutos, finalmente conseguimos pasar desapercibidos e integrarnos en la fiesta.
Música y percusión en directo, danza africana y todo un desfile de mujeres despampanantes luciendo sus mejores prendas y pelucas descomunales para la ocasión, con sus caras bien empolvadas de maquillaje blanco, para quitar (?!) tono a sus hermosas y morenas pieles.
¡Acabábamos de llegar y ya tuvimos contacto con nuestra primera fiesta callejera!
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Soy Alicia , el alma nómada tras las lineas de este humilde blog.
Mi curiosidad hacia el mundo me llevó a viajar por a África.
En Marruecos descubrí mi pasión por el desierto, y me fui a vivir entre dunas.
También emprendí y pasé de nomadear en solitario, a formar una familia viajera intercultural.
Criando y viajando, entre dos tierras, por le mundo. Con raíces y alas.
Tengo una agencia de viajes (www.tourpormarruecos.com). Fotografío y escribo.
Me han resultado muy amenos los relatos: Su duración, la introducción a la cultura, las ilustraciones, las experiencias propiciadas por la convivencia estrecha con sus gentes, viviendo su misma realidad… Felicidades!, me ha resultado muy grata su lectura, me he sentido transportada a esos escenarios auténticos en nada parecidos a los que ofrecen los viajes convencionales.
Gracias!!
No hay mejor forma de conocer un país que “tocando” su cultura y sus gentes.. 🙂
Me ha gustado Alicia, eres toda una aventturera 😉
Gracias Salvador!
un placer habernos cruzado en el camino! tu tambien lo eres !
si pensais ir no os perdais , el sur de Senegal, la Casamance,os lo recomiendo
SI! preciosa región Casamance! sus islas, su infinita tranquilidad… su paisaje paradisiaco! En un frio diciembre ¡que daría por teletransportarme alli ahora!